En Madrid, a 14 de febrero de 1929
Estimada Ornito Rinco:
Usted me parece a mí una chica estupenda, inteligente, buena, lista y muy muy guapa. Usted me hace la vida estupenda porque es la flor de mi vida. Con usted sería estupenda mi vida. Sus ojos son tan bonitos que parecen dos soles que brillan mucho y tiene un cuerpo de diosa.
¿ Sería usted tan amable, señorita Rinco, de contestarme para saber lo que opina de mí?
Suyo afectísimo,
Mario