En Madrid, a 14 de febrero de 1929
Estimado Alfonso:
Me está usted preocupando, pues me llegan muchas cartas de usted.
Lo siento mucho, de verdad. Es usted encantador, pero estoy comprometida con un fiel pastor.
Si le parece, le doy un beso y lo olvidamos.
Y deje de enviarme cartas, por favor, que me mata usted de dolor.
Con afecto,
Nathaly