Estimada señorita:
El otro día me envió una carta de amor y me rogó que le escribiera mi respuesta.
Pues mire, no sé si a usted le gustan las calabazas, pero debo informarle que se las voy a dar, porque ya he encontrado a mi media naranja y no es usted.
Lo siento mucho.
Un cordial saludo,
Mateo