En Madrid,a 14 de febrero de 1929
Estimada Campanilla:
Comprenderá el motivo de mi carta.
Cada noche el corazón se me sale de pensar en su hermosura: su cabello rubio como la paja que baila con la leve brisa, sus ojos azules como el mar que me miran fíjamente hasta llegar a la locura, sus labios rojos como un corazón que hacen que el mío palpite sin parar....
Por eso quiero decirle: La amo.
Afectuosamente,
Juan